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“Todo el ser humano si se lo propone puede ser el escultor de su propio cerebro”

Santiago Ramón y Cajal.

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Glosario Neurosexológico

La interrupción en la capacidad para reconocer estímulos previamente aprendidos, o de aprender nuevos estímulos, sin haber deficiencia en la percepción, lenguaje o intelecto. En la agnosia la dificultad para reconocer los estímulos no puede ser atribuido a defectos sensoriales, como pérdida de visión, audición o a falta de familiaridad con el estímulo presentado.

Trastorno del lenguaje que se produce como consecuencia de una lesión o daño cerebral. Puede afectar a la comprensión, producción, denominación, repetición, lectura y escritura.

Son dos procesos neurobiológicos íntimamente relacionados que originan cambios adaptativos en la conducta. Aprendizaje se denomina al hecho de que la experiencia produce cambios en el sistema nervioso (SN) que pueden ser duraderos y se manifiestan en el comportamiento. La memoria, un fenómeno generalmente inferido a partir de esos cambios, proporciona un sentido de continuidad.

Este ciclo se repite durante toda la etapa fértil de las personas con órganos reproductivos femeninos; tiene una duración de entre 25 y 35 días, y comprende 4 fases (Baker, Drives, 2007):

Menstruación: Es la primera fase del ciclo. Corresponde a los días de sangrado en los cuales se expulsa el óvulo que no fue fecundado, y el endometrio, que se había engrosado para recibir al óvulo fecundado y comenzar el proceso de gestación. Esta fase tiene una duración aproximada de 3 a 6 días.

Fase folicular:  Etapa que abarca desde la menstruación hasta la ovulación donde se desarrolla los óvulos dentro de los ovarios. Debido a la liberación de estrógeno y progesterona.

Ovulación: Entre los días 12 y 16 –dependiendo de la duración del ciclo de cada mujer-. El óvulo maduro desciende hasta el primer tercio de las trompas de falopio, a la espera de ser fecundado.

Fase lútea: Durante esta etapa, se libera gran cantidad de progesterona, con el propósito de mantener el engrosamiento del endometrio. Si el óvulo no es fecundado, los niveles de progesterona disminuyen y la superficie del endometrio se prepara para ser expulsada.

El ciclo menstrual se regula por medio de la interacción del sistema hipotálamo-hipófisis-gonadal. Este sistema coordina cambios en tres niveles principales (Murcia-Lora y Esparza-Encina, 2011):

  • Liberación de la hormona liberadora de gonadotropinas GnRH, secretada por el hipotálamo, la cual se dirige a la hipófisis.
  • Liberación de la hormona folículo estimulante FSH y la hormona luteinizante LH, segregadas por la hipófisis anterior, que interactúan con los ovarios.
  • En los ovarios directamente, se liberan estrógenos y progesterona.
Fuente: Ciclo menstrual y cerebro: bases neurobiológicas - Mente y Ciencia

El placer es una percepción consciente agradable y deseable. Al igual que otras muchas especies animales, podemos conseguirlo de muchas maneras: bebiendo, comiendo, descansando, calentando o enfriando nuestro cuerpo, con masajes y caricias, aliviando cualquier dolor o malestar somático y satisfaciendo motivaciones sexuales. Pero, a diferencia de otras especies, podemos obtenerlo también de modo cognitivo, es decir, mental e intelectualmente. Así, el desarrollo de la corteza cerebral humana nos permite disfrutar del amor en compañía; de creaciones y descubrimientos artísticos, literarios o científicos; del éxito en nuestras relaciones sociales; de logros laborales; de paisajes naturales y urbanos; de competiciones deportivas, o de diversiones y juegos en general.
La anhedonia sería la pérdida, generalmente patológica, de la capacidad de sentir placer y la apatía se define como una ausencia de motivación para todo tipo de actividades, sean físicas, cognitivas o emocionales.

Los lugares cerebrales del placer

Para que sintamos placer tienen que activarse determinadas áreas del cerebro que, de un modo u otro, están conectadas con las partes del cuerpo donde lo sentimos. Entre las áreas cerebrales más relacionadas con el placer podemos citar la corteza prefrontal, la orbitofrontal, la insular y la cingulada, y como regiones subcorticales, entre otras, el núcleo accumbens, el núcleo pálido ventral y la amígdala. Algunos trabajos han puesto también de manifiesto áreas del cerebro relacionadas con placeres específicos. El que experimentamos, por ejemplo, al tener un orgasmo, saborear una buena comida, consumir ciertas drogas o escuchar la música que más nos gusta está especialmente relacionado con la activación de la corteza orbitofrontal, que se sitúa por encima de las órbitas oculares y es una de las regiones más evolucionadas del cerebro humano. La corteza insular, una región del lóbulo temporal, también parece muy implicada en los sentimientos y las manifestaciones subjetivas de placer, pero otras regiones de la corteza cerebral, como la prefrontal, parecen más relacionadas con controlar el placer o predecir su valor gratificante que con el placer mismo. La parte medial del núcleo accumbens contribuye especialmente al impacto hedónico de los placeres sensoriales, como relamerse por el gusto dulce. No obstante, aunque solemos sentir cada tipo de placer de manera específica y diferente a los demás, son muchas las áreas o estructuras del cerebro que se activan para todos y cada uno de los distintos placeres que experimentamos. Otras regiones del cerebro, incluyendo algunas de las anteriormente mencionadas, procesan aspectos particulares del placer, como su cantidad, probabilidad, valor subjetivo, utilidad formal y económica y riesgo que puede conllevar, etc., siendo útiles para el aprendizaje y la toma de decisiones.

La química del placer

Morgado señala en su libro que hace tiempo que sabemos que en cualquier circunstancia que implique placer (sea de manera natural, como al ingerir una comida apetitosa, o de manera artificial, como cuando se estimula eléctricamente el cerebro o se consume una droga adictiva) se libera el neurotransmisor dopamina en núcleos de la base del cerebro llamados «estriados» por su aspecto. Esa dopamina procede de un conjunto de neuronas del área tegmental ventral (ATV) y la sustancia negra, dos regiones del mesencéfalo, la parte superior del tronco del encéfalo. El núcleo accumbens es uno de los más importantes de los estriados. Ese circuito, que va desde el ATV a los núcleos estriados, constituye el sistema mesolímbico dopaminérgico y, durante bastante tiempo, se ha creído que era el responsable de la generación del placer. Durante algún tiempo, pues, la dopamina fue considerada el neurotransmisor o sustancia química de la recompensa y el placer en el cerebro. Sin embargo, nuevos experimentos nos han enseñado que eso no es cierto. Es verdad que, citando los experimentos con animales, por ejemplo, con las ratas, cuando presionan al inicio la palanca para estimular eléctricamente su cerebro, las neuronas del ATV liberan dopamina en el núcleo accumbens. Eso es lo que hizo sospechar que esa dopamina allí liberada era la causante del placer que supuestamente siente la rata al estimularse. Pero la rata sigue presionando la palanca y estimulando con electricidad su cerebro incluso cuando, al cabo de un rato, la dopamina deja de liberarse como lo hacía inicialmente en el núcleo accumbens. Más aún, si se reduce la dopamina del cerebro de la rata inyectándole una sustancia que la inhabilita, como la 6-hidroxidopamina, su capacidad de sentir placer no parece desvanecerse, pues siguen intactas sus reacciones al gusto dulce. Personas con la enfermedad de Parkinson, que también tienen escasez de dopamina en su cerebro, tampoco pierden las reacciones normales de placer ante el dulce. Igualmente se ha comprobado que el consumo de una droga como la cocaína sigue siendo placentero para las y los adictos incluso cuando se reduce la dopamina cerebral con fármacos. Como consecuencia de todas esas observaciones de laboratorio y clínicas, la hipótesis que relaciona la dopamina con el placer, propuesta inicialmente por el neurocientífico Roy Wise, ha sido cuestionada por él mismo. Lo que ahora se cree señala Morgado en su libro es que la dopamina liberada en el sistema mesolímbico dopaminérgico, más que causar directamente placer, lo que hace es aumentar el deseo de sentirlo, y este último promueve la conducta para conseguirlo. La dopamina, dicho de otro modo, incrementa los componentes motivacionales del refuerzo, su valor incentivo, y produce deseo sin causar gusto ni tener un verdadero impacto hedónico. Es así porque, en contra de lo que pudiera esperarse a partir de la vieja hipótesis, la estimulación directa con dopamina en el núcleo accumbens cerebral tampoco parece causar placer, pues no aumenta las reacciones de las ratas al gusto dulce, pero sí parece incrementar su deseo, su motivación por ese refuerzo.
El impacto motivador de la dopamina se refleja de manera muy especial en la incontinencia que todos hemos experimentado a la hora de seguir comiendo una vez que hemos picado algo que sabe muy bien en una celebración. Lo que hace el abrir boca con un canapé o una patata frita, más que despertar el apetito, es incrementar el deseo de repetir la ingesta para seguir disfrutando de esa comida. Ése parece el papel más relevante de la dopamina, pues más que incrementar el impacto hedónico, lo que aumenta es el valor incentivo del placer, el deseo, la motivación por sentirlo, haciendo más intensa y frecuente la conducta en curso que lo busca.

Fuente: Morgado, I. (2019). Deseo y placer: La ciencia de las motivaciones. Editorial Paneta S. A.

El climaterio es una etapa en la vida adulta de las mujeres caracterizada por la aparición de un conjunto de síntomas físicos y emocionales asociados a una disminución en la producción de estrógenos.

El conectoma es al cerebro lo que el genoma al código genético. Se trata de determinar, a distintas escalas, todas las conexiones que existen entre las neuronas y por tanto, a mayor escala, entre las zonas cerebrales. Actualmente, la idea de un cerebro que se compone de áreas (localizacionista) es cada vez menos aceptada. Actualmente, se conoce la existencia de una serie de redes funcionales, con centros de gran densidad de conexiones donde se procesa la información y se ponen en marcha las funciones concretas. Lo que conlleva establecer la conectividad entre las estructuras cerebrales siguiendo los tractos de materia blanca que las unen. Y, como resultado, esto permite establecer las relaciones funcionales entre las estructuras cerebrales y determinar sus funciones. El conectoma y la teoría de grafos: La teoría de grafos, es un método matemático para describir sistemas complejos mediante mapas de nodos y aristas, los “grafos”. Un grafo se compone de una serie de nodos interconectados por rectas. Y, un nodo es un gran centro de información o recursos que se transmite a través de las rectas que los unen. De esta forma, las zonas cerebrales asociadas a una determinada función, no son más que un gran nodo de conexiones en una red (Bullmore y Bassett, 2011). Un grafo son las conexiones entre las zonas cerebrales y subgrafos a las conexiones de lo interno de cada zona. De esta idea se desprende el hecho de que, cuando hay afectaciones localizadas en regiones responsables de una determinada función, dicha función se ve impactada.Y, por consiguiente, esta atrofia de la función responde, según el razonamiento, a quela zona afectada era una zona de alta densidad de conectividad en la red responsable de tal funció A estas áreas de gran concentración de conexiones se les llama “hubs”. Lo que quiere decir que, si se interrumpe el flujo de información que recorre una red cerebral, las funciones asociadas a esta red sufrirán un mal funcionamiento.

En resumen, el conectoma es una “ Matriz de conexiones altamente organizadas en el cerebro humano”.

Fuente: Conectoma: Mapeando el cerebro humano - NeuroClass (neuro-class.com)

Proceso de toma de consciencia del poder propio y colectivo, como la autonomía y manejo del cuerpo propio desde la vivencia positiva de la sexualidad. Se tiene en cuanta el Hecho Sexual Humano, teniendo en cuenta que el Sexo se Es, se Tiene y se Hace.

Fuente:
Informe sobre análisis, sistematización y evaluación de procesos de empoderamiento sexual para la prevención de la violencia sexual contra las mujeres de 2017. Autoría Jaione Valdés en colaboración con la asociación Mujeres de Colores para la Paz y Convivencia.

El principal factor de riesgo de padecer EA es la edad. Entre la población general es más común que las mujeres alcancen o superen los 85 años. Por tanto, se había dado por sentado que las mujeres tenían más probabilidad de sufrirla simplemente por tener una mayor esperanza de vida. Sin embargo, actualmente se sabe que este hecho no explica la realidad clínica. La respuesta podría encontrarse tanto en las diferencias biológicas debidas al sexo como en las diferencias socioculturales (roles de género). Desde un punto de vista biológico, los cambios hormonales típicos del envejecimiento femenino están en el punto de mira de la investigación del alzhéimer. Ahí entran en juego los estrógenos, hormonas esteroideas producidas principalmente por los ovarios, aunque también por las glándulas adrenales, el tejido adiposo y el cerebro. Además de su papel en la reproducción, los estrógenos intervienen en otras vías de señalización, algunas relacionadas con funciones cognitivas o con la neuroprotección. Así, son moléculas con acción antioxidante, reguladoras del metabolismo, de la respuesta inmunitaria, la neurogénesis y la plasticidad sináptica, que resultan críticas para el envejecimiento cerebral. La pérdida de estrógenos (hipoestrogenismo) debida a la menopausia es crucial. Tanto es así que las mujeres a las que se han extirpado los ovarios con menos de 50 años también presentan un mayor riesgo de padecer daño cognitivo y EA.

Por otra parte, en esta última década se ha descubierto la importancia de las poblaciones de microorganismos que residen en el cuerpo humano (microbiota) y su relación con las hormonas y la salud cerebral.

En concreto, un subgrupo de estas bacterias, llamado estroboloma, participa activamente en la regulación de los niveles sistémicos de estrógenos. Por tanto, las terapias probióticas también podrían tener efectos beneficiosos indirectos sobre el cerebro de las mujeres en el climaterio. De hecho, la microbiota también presenta dimorfismo sexual, siendo diferente entre hombres y mujeres, lo que se conoce como microgenderoma. Estas variaciones producen diferentes grados de susceptibilidad a la hora de padecer ciertas patologías.

Fuente: Enfermedad de Alzheimer: ¿por qué hay más casos entre las mujeres? - BBC News Mundo

Weddington acuñó la palabra “epigenética” en 1939, para definir o para referirse a la relación entre el medio ambiente y el genotipo, o la influencia del medio ambiente en el genotipo. La carga genética de los individuos determina su fenotipo no solo por esa “herencia” genética recibida, sino también por los cambios que se producen después de la concepción, como consecuencia de la interacción con el medio ambiente. La definición de epigenética sería “el cambio en la expresión de los genes debido al ambiente, sin modificación de la secuencia del ADN”. Los factores ambientales más estudiados como causa de cambios epigenéticos son: la alimentación, ejercicio físico, factores psiconeuroendocrinos, tabaquismo y contaminantes ambientales.

Fuente:
De la Calle, T. (2018). Epigenética y asma. Sepeap. Pediatría integral.Vol XXII, nº 6.

Estos términos fueron acuñados por Fisher, Byrne, White, y Kelley (1988, p. 124), definiendo la erotofilia como la disposición a responder de forma positiva ante estímulos sexuales y a desarrollar conductas de aproximación a este tipo de estímulos. Por el contrario, la erotofobia, implicaría la evitación de los estímulos sexuales o el responder de forma negativa antes éstos. Ambos términos no serían independientes, sino que son los polos opuestos de una escala continua (Fisher et al., 1988)

Si la microbiota intestinal se encuentra en equilibrio, el estroboloma produce la cantidad de beta-glucuronidasa necesaria para mantener la homeostasis de los estrógenos. Sin embargo, cuando la microbiota se encuentra desequilibrada (disbiosis), la actividad de la beta-glucuronidasa puede cambiar. El estroboloma es el conjunto de bacterias del intestino tienen la capacidad de regular los niveles de estrógenos que circulan por el organismo. Un estroboloma sano es clave para que el tránsito durante el Climaterio resulte menos complicado a nivel sintomatológico.

Las funciones ejecutivas se asocian con una serie de capacidades cognitivas que están involucradas en la organización y ejecución voluntaria de acciones orientadas a alcanzar una meta como la memoria de trabajo, la inhibición, la flexibilidad cognitiva, razonamiento, toma de decisiones, planificación, fijación de metas, anticipación… Estas habilidades permiten enfrentar desafíos imprevistos, resistir la respuesta a impulsos preponderantes, mantenerse enfocado y manipular información compleja (Diamond, 2013).

Descrito por el médico canadiense Wilder Penfield en los años 50. El homúnculo cortical es una representación anatómica de las cortezas motora y somatosensorial primarias. Existen dos tipos de homúnculos:

  • Homúnculo sensorial.Representa la corteza somatosensorial primaria, que incluye la sensibilidad al tacto, presión y dolor de nuestro cuerpo. Situado en el lóbulo parietal. En esta área el esquema se representa de forma invertida, es decir, de forma contralateral.
  • Homúnculo motor.Representa la corteza motora primaria y su función es regular y controlar los movimientos.  Está situado en el surco central de la corteza frontalEn este caso, se destaca el gran tamaño de las manos, la boca y los ojos, dada la cantidad de nervios involucrados. A diferencia del sensorial, el homúnculo motor se desarrolla con el tiempo y de forma diferente en cada persona debido a su entrenamiento.

Durante la etapa fetal comienzan los procesos madurativos, que se prolongan hasta la adultez, conformando el SN. Es en este momento cuando crecen las vesículas cerebrales, en especial la vesícula telencefálica, que dará lugar a los dos hemisferios cerebrales, con la corteza cerebral en su parte más externa. Esta se expande rostralmente para formar los lóbulos frontales, dorsalmente para originar los lóbulos parietales, y posterior e inferiormente para dar lugar a los lóbulos occipitales y temporales, respectivamente. Los primeros surcos de la corteza cerebral aparecen sobre los 5 meses de gestación. Posteriormente, sobre los 6 meses, surgen los surcos secundarios y comienza el proceso de mielinización. El proceso de maduración depende de la organización y diferenciación celular, caracterizados por el crecimiento del axón y las dendritas, la mielinización, la formación de sinapsis, y la muerte axonal y celular. Los mecanismos celulares que subyacen a la formación y maduración del SN se resumen en: a) Proliferación neural, precursores neurales y determinación celular; b) Migración neuronal; c) Diferenciación y crecimiento de axones y dendritas; d) Sinaptogénesis; y e) Apoptosis (muerte neuronal). En general, estas fases acontecen secuencialmente durante el desarrollo embrionario, aunque algunas pueden ocurrir de manera simultánea (como la migración, la diferenciación y la sinaptogénesis), en función de la región cerebral en desarrollo. Los distintos mecanismos se extienden hasta el periodo postnatal tardío y la madurez.

Es la conciencia plena/ atención presente con el objeto de disminuir el sufrimiento y potenciar la experiencia del momento presente en relación a la vivencia de la sexualidad. La psicóloga Lori A. Brotto una de las grandes investigadoras de Mindfulness aplicado a las disfunciones sexuales femeninas y autora del libro Better Sex Through Mindfulness (2018) explora por qué el estrés y la falta de atención son las causas principales de muchos problemas sexuales, y explica cómo la atención plena puede ayudar a muchas mujeres.

Es el conjunto de disciplinas científicas que investigan la estructura, la función, el desarrollo de la bioquímica, la farmacología y la patología del sistema nervioso y de cómo sus diferentes elementos interactúan, dando lugar a las bases biológicas de la conducta.

A mediados de los años '90, se acuñó y se popularizó el término “neurodivergencia” dentro de la comunidad autista. Con esta expresión, se pretendía reconocer las diferencias en el pensamiento y en el procesamiento de la información de estas personas, pero no desde un punto de vista negativo, sino con intención de reconocer el hecho de que su forma de pensar era diferente y de que esta divergencia no era ni anómala ni patológica. El término “neurodivergente” nació para desechar la idea obsoleta de que los autistas son personas inadaptadas a las que hay que educar para que encajen en la normalidad social. También, para mostrar las particularidades del cerebro autista y todo lo que esta divergencia de la normalidad podía aportar de positivo a la sociedad.

En 1996, a través de grabaciones de una sola célula en los macacos, los investigadores informaron del descubrimiento de un tipo de células del cerebro denominadas “neuronas espejo” (Gallese, 1996). Situadas en el área F5 de la corteza premotora, estas neuronas espejo disparaban no sólo cuando el animal realizaba una acción, sino también cuando observaba a otro realizando la misma acción. Las neuronas del macaco reflejaban, como en un espejo, la actividad que estaba observando. Posteriormente, cartografiando las regiones del cerebro humano mediante la Resonancia Magnética funcional (RMf), se descubrió que las áreas humanas de las que se suponía que contenían neuronas espejo también comunicaban con el sistema límbico, o emocional, facilitando la conexión con los sentimientos de otra persona, probablemente reflejando estos sentimientos. Se cree que estos circuitos neuronales constituyen la base del comportamiento empático, en el cual las acciones en respuesta a la aflicción de los demás son prácticamente instantáneas. Como señala Daniel Goleman, “el que este flujo de la empatía a la acción ocurra de modo tan automático hace pensar en unos circuitos dedicados precisamente a esta secuencia”.

En consecuencia, las neuronas espejo son un tipo particular de neuronas que se activan cuando un individuo realiza una acción, pero también cuando observa una acción similar realizada por otra persona. Para la teoría de la mente, atribuir mente a otra persona es una actividad teórica porque no podemos observar su mente, pero generamos hipótesis sobre lo que está pensando o sintiendo y, de esta forma, interpretamos su comportamiento.

Steven Pinker*, el psicolingüista de Harvard concluye en un artículo sobre la ciencia de la moralidad (2008) con estas palabras de Antonio Chejov, desafiantes pero llenas de esperanza: “El hombre llegará a ser mejor si le muestras cómo es.”

Fuente: García, EG, Marqués, JG y Unturbe, FM (2011). Neuronas espejo y teoría de la mente en la explicación de la empatía. Ansiedad y Estrés, 17 (2-3), 265–279.
Gary Olson, «De las neuronas espejo a la neuropolítica moral», Polis [En línea], 20 | 2008, Publicado el 20 julio 2012, consultado el 14 agosto 2022. URL: http://journals.openedition.org/polis/3559

Se trata de una nueva disciplina científica que estudia los mecanismos cerebrales y biológicos de la felicidad, comprendiendo cómo funciona el estado de felicidad a nivel interno en las personas, para conseguir finalmente provocarlo a voluntad.

Gracias al gran avance en el conocimiento sobre el cerebro se sabe a la felicidad no se llega por azar, sino que es el resultado de la actividad de unos circuitos cerebrales diseñados filogenéticamente para producir este estado de bienestar pudiéndose estudiar al igual que cualquier función de la mente humana. (Moya y Martinez, 2015)

La neuroplasticidad es la propiedad del sistema nervioso de modificar su funcionamiento y reorganizarse en compensación ante cambios ambientales o lesiones.

La plasticidad cerebral es un término muy utilizado en los últimos años, pero su estudio tiene origen desde los inicios de la neurología. Esta capacidad cerebral de utilizar mecanismos de adaptación funcional que permitirán minimizar los daños después de una lesión, así como la habilidad para adquirir nuevos conocimientos incluso en edades muy avanzadas hacen de la maleabilidad cerebral una característica única y útil en la rehabilitación. 

Fuente: López Roa, Lina María. (2012). Neuroplasticidad y sus implicaciones en la rehabilitación. Universidad y Salud, 14 (2), 197-204.

La ciencia que estudia la actividad biológica relativa al funcionamiento cerebral y en concreto, los procesos psíquicos propios de nuestra especie como son el lenguaje y las formas complejas de la percepción, memoria, funciones ejecutivas…

Es una Ciencia emergente que une los conocimientos provenientes de la neuropsicología y la sexología. Estableciendo relaciones fundamentales con la Psiconeuroendocrinología. El objetivo es conocer los procesos de sexuación cerebral, la afectación de las competencias neuropsicológicas con el hecho sexual humano.

Sustancias químicas liberada por las terminaciones nerviosas para transmitir impulsos a través de la sinapsis. La oxitocina tiene un papel regulador sobre la conducta sexual de los mamíferos: la administración intracerebral de oxitocina genera una conducta sexual más vigorosa y persistente, en ambos sexos. La oxitocina puede actuar en el cerebro potenciando la inducción de deseo sexual: concretamente, sus efectos neurales se concentran en el núcleo del lecho de la estría terminal, en el área preóptica medial y el núcleo ventromedial del hipotálamo.

El psicoanalista Wilheim Reich estudió la base biológica de la energía sexual (libido) y descubrió que seguía el mismo patrón que el orgasmo, el movimiento fundamental de la naturaleza. El proceso de contracción y expansión (muy similar al movimiento respiratorio- inspiración y expulsión-) era generador de vida por sí mismo, incluso en espacios vacíos y aislados. El orgón se encuentra presente en todo el universo, es la fuerza creadora de la vida y se encuentra reprimida y debilitada en los organismos enfermos. Este autor concluyó que la armadura corporal no permitía a las personas alcanzar un orgasmo completo y por ello no podían liberarse de sus represiones.

Se ocupa de los cambios que acontecen en la conducta de las personas producto de interacciones complejas entre el sistema nervioso y el ambiente durante los ciclos vitales.

Es el estudio de la interacción entre las hormonas y la conducta, señalando además que esta interacción es bidireccional. Las hormonas pueden afectar al comportamiento que a su vez puede influir sobre los sistemas hormonales.

En 1786 en Inglaterra Calep Parry reportó el caso de una enferma cuyas perturbaciones mentales se encontraban relacionadas directamente con una gran inflamación en la zona del cuello (nacimiento de la Psicoendocrinología). Señalar por ejemplo que en la enfermedad de Addison donde las glándulas suprarrenales no producen suficientes hormonas y esto puede conllevar estados mentales de confusión y de depresión.

Es la iniciación de un nuevo desarrollo (transformación) tras la vivencia de un conflicto/trauma de tipo sexual. Las condiciones que posibilitan la resiliencia de tipo sexual son entre otros aspectos, el estilo de vínculo, la recuperación, las relaciones y la cultura, así como las propias características de personalidad.

Existen 5 sentidos: tacto, visión, audición, olfato y gusto. Son los “sentidos de exterocepción”, puesto que nos permite percibir lo que ocurre en el exterior de nuestro cuerpo.

Entendemos por interocepción a la percepción del estado interno del organismo, aportando información sobre el funcionamiento o disfunción de las vísceras y órganos internos. Se trata de un sentido que nos ayuda a mantener la homeóstasis o equilibrio corporal. Aunque frecuentemente poco valorada, la interocepción es algo vital para la supervivencia: gracias a ella podemos percibir que estamos heridos/as, que algo no va bien en nuestro organismo, que necesitamos un mayor aporte de oxígeno, que necesitamos beber agua o comer o que estamos sexualmente excitados/as.

El sentido de la propiocepción: A pesar de que no somos conscientes de ello, los componentes de nuestras articulaciones (músculos, tendones y ligamentos) junto con la visión y el equilibrio envían constantemente información al cerebro acerca de su posición con respecto a nuestro entorno, formando una imagen o patrón de la ubicación y estado de cada persona. Esta información es la que le permite a nuestro cerebro fabricar las respuestas, dando como resultado la ejecución de o realización de movimientos precisos.

La sexología es ese “cuerpo de conocimiento que comprende la ciencia del sexo, o, más precisamente, de la diferenciación y el dimorfismo sexual y del emparejamiento erótico-sexual”, mientras que la sexosofía “comprende la filosofía, principios y conocimiento que la gente tiene sobre su vivencia personal de lo erótico-sexual y de la vivencia de los otros, singular o colectivamente” (Money, 1982: 364-365). La sexología, pues, se ocupa de los fundamentos biológicos de la sexualidad, mientras que la sexosofía, de la dimensión fenomenológica, histórica y culturalmente atravesada, de tal sexualidad.

Fuente: Bernabé y Giri (2021). Explicar y manipular: el caso de Günter Dörner. Tecnología y Sociedad. Buenos Aires. DOI: 10.46553/TYS.10.2021.p51-70.

Es el nombre que en 1991 Bernadine Patricia Healy, primera mujer directora de los Institutos de Salud de Estados Unidos, dio al hecho de que la probabilidad de que una mujer no reciba tratamiento adecuado para una enfermedad o problema cardiovascular es mucho mayor que para un hombre porque tradicionalmente son enfermedades asociadas a los hombres. Healy llegó a esta conclusión tras observar que en su propio centro médico a las mujeres se les diagnosticaban menos enfermedades cardiovasculares, ingresaban en el hospital con menor frecuencia, recibían menos intervenciones quirúrgicas y estaban poco representadas en los ensayos clínicos que testaban fármacos para estas enfermedades.

Parte del sistema nervioso periférico que participa en la regulación del ambiente interno del cuerpo. Sistema nervioso parasimpático: Forma, junto el sistema nervioso simpático y el entérico, el sistema nervioso autónomo y tiene como principal función el ahorro y la recuperación de la energía. Sistema nervioso simpático: Forma, junto el sistema nervioso parasimpático y el entérico, el sistema nervioso autónomo e inerva los músculos lisos, el músculo cardiaco y las glándulas del organismo. Implicado en el control del arousal y el gasto energético.

Se divide en el encéfalo y la médula espinal. Dentro del Encéfalo se divide a su vez, en 3 partes:

1. Cerebro - telencéfalo (córtex cerebral, ganglios basales y sistema límbico y diencéfalo (tálamo, hipotálamo, epitálamo y subtálamo).

2. Troncoencéfalo -mesencéfalo, protuberancia y bulbo raquídeo.

3. Cerebelo.

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